Es curioso cómo cada vez más jóvenes somos presa de momentos o días llenos de preocupaciones. Las circunstancias que estamos viviendo por el COVID-19 pueden estar acelerando tu corazón y llevándote en una montaña rusa de emociones negativas, pánico, estrés, enojo, impaciencia, ansiedad...
¿Sientes una tormenta en tu corazón? Una de mis luchas más grandes ha sido que mis emociones obedezcan a mi mente. Mi mente confía en Dios y desea tener fe pero mis emociones son otra historia. Al punto de dejar que pensamientos como la ansiedad lleguen de repente como una ola gigante, te embiste y sientes ahogarte.
Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza.
Lucas 8:24
Los discípulos de Jesús sentían ahogarse literalmente, hasta que Él intervino reprendiendo al mar y el viento.Cuando llegue el miedo, el temor, la ansiedad o preocupaciones puedes confiar que Jesús es Poderoso para calmar cualquier tempestad, incluso la que está en tu interior.
Habla con Dios dile:
Jesús, te ruego que tranquilices mi cuerpo y corazón, a ti el mar y los vientos te obedecen. Por favor, ordénale a mis emociones que se rindan bajo tu control y dame Tu Paz.
Lee la historia completa en Lucas 8:22-25.
Comentarios